Reseñas Balines
By Huevo.12.3.06
La Hora de las Estrellas
Robert A. Heinlein
Heinlein lo vuelve a hacer.
Al igual que en Ciudadano de la Galaxia y Cadete del Espacio, en La hora de las estrellas, se pasa medio libro creando el marco referencial de un universo en donde pueda desarrollar su historia, la sociedad, el estado de la ciencia, las motivaciones de los personajes, todo un tinglado que funciona como relojito, luego, se dedica a la historia en si; desarrollando la trama, hasta aqui todo perfecto, pero cuando uno ya esta metido hasta los huevos en la novela, kaput, se acaba, en los tres libros que mencione es lo mismo, cada uno da para minimo dos continuaciones, he ahi el genio de Heinlein, mientras algunos se rompen la cabeza y se pasan media vida inventando una sola saguita (Lucas, ejem, ejem...), Heilein se da el lujo de desperdiciar (o mas bien no continuar) con lo que sin duda serian grandes sagas, no, sencillamente le vale madres, a lo que sigue, snif.
Como dato curioso, en el libro que termine antes, Mares peligrosos, hacia notar la diferencia entre los escritores hombres y las escritoras, poniendo como ejemplo el caso del personaje de la novela de Edmonson, que se azota chingon medio libro por que se cenamora de su descendiente, juar, en la novela de Heinlein, se da casi exactamente la misma situacion; el protagonista regresa a la Tierra despues de 70 años (que para el solo fueron 4, debido a que estuvo viajando a la velocidad de la luz) y se encuentra con que su nieta-sobrina esta enamorada de el, ¿como lo soluciona Heinlein? con seis renglones, juar juar!, al septimo se casan.
Eso si, el estilo de Heinlein me encanta, y esa puta imaginacion y acido humor negro que le pone a todos sus libros, aqui por ejemplo, utiliza el ojetisimo "¿¿Y nos partimos la madre para nada??" juar juar, impecable.
Yo.
Robert A. Heinlein
Heinlein lo vuelve a hacer.
Al igual que en Ciudadano de la Galaxia y Cadete del Espacio, en La hora de las estrellas, se pasa medio libro creando el marco referencial de un universo en donde pueda desarrollar su historia, la sociedad, el estado de la ciencia, las motivaciones de los personajes, todo un tinglado que funciona como relojito, luego, se dedica a la historia en si; desarrollando la trama, hasta aqui todo perfecto, pero cuando uno ya esta metido hasta los huevos en la novela, kaput, se acaba, en los tres libros que mencione es lo mismo, cada uno da para minimo dos continuaciones, he ahi el genio de Heinlein, mientras algunos se rompen la cabeza y se pasan media vida inventando una sola saguita (Lucas, ejem, ejem...), Heilein se da el lujo de desperdiciar (o mas bien no continuar) con lo que sin duda serian grandes sagas, no, sencillamente le vale madres, a lo que sigue, snif.
Como dato curioso, en el libro que termine antes, Mares peligrosos, hacia notar la diferencia entre los escritores hombres y las escritoras, poniendo como ejemplo el caso del personaje de la novela de Edmonson, que se azota chingon medio libro por que se cenamora de su descendiente, juar, en la novela de Heinlein, se da casi exactamente la misma situacion; el protagonista regresa a la Tierra despues de 70 años (que para el solo fueron 4, debido a que estuvo viajando a la velocidad de la luz) y se encuentra con que su nieta-sobrina esta enamorada de el, ¿como lo soluciona Heinlein? con seis renglones, juar juar!, al septimo se casan.
Eso si, el estilo de Heinlein me encanta, y esa puta imaginacion y acido humor negro que le pone a todos sus libros, aqui por ejemplo, utiliza el ojetisimo "¿¿Y nos partimos la madre para nada??" juar juar, impecable.
Yo.
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